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Culhuacán, Barrio Mágico Turístico

Los fundadores del antiguo Culhuacán fueron los indígenas colhuas, una etnia nómada procedente del norte de Mesoamérica. En el siglo VIII establecieron su capital en las faldas del Cerro de la Estrella, denominándola “Culhuacán”, que en náhuatl significa “lugar de joroba”. Esta ciudad se convirtió en un importante centro de poder, rivalizando con los tepanecas de Azcapotzalco y estableciendo su supremacía en el Valle de México.
Durante el siglo XIII, los mexicas invadieron Culhuacán con el propósito de integrarse a la nobleza colhua. En 1376, para afianzar su posición, los aztecas ofrecieron un príncipe noble, Acamapichtli, descendiente de los toltecas, como gobernante. Con ello, el primer emperador azteca tuvo sus raíces en Culhuacán, iniciando una dinastía de gobernantes que consolidó el Imperio Mexica.
Culhuacán en la Época Virreinal
Con la llegada de los españoles, Culhuacán perdió su relevancia como centro de poder y se transformó en un poblado dedicado a la agricultura chinampera. Los campesinos transportaban sus productos a la ciudad de México a través del Canal de la Viga y también comercializaban objetos de cerámica y petates.
En 1552, cuando Culhuacán contaba con apenas 817 habitantes, los frailes agustinos iniciaron la construcción de un monasterio, que se convirtió en sede del Seminario de Lenguas durante más de un siglo. En este seminario, religiosos como Fray Bernardino de Sahagún aprendieron los idiomas indígenas para facilitar la evangelización. Durante el siglo XIX, las haciendas absorbieron gran parte de las chinampas y sembradíos, reduciendo la autosuficiencia de la comunidad.
Culhuacán y la Revolución Mexicana
La llegada de la Revolución Mexicana marcó un cambio en la vida de los habitantes de Culhuacán, quienes en su mayoría se unieron al movimiento zapatista con la esperanza de recuperar las tierras perdidas a manos de las haciendas. A inicios del siglo XX, el pueblo aún conservaba su carácter rural, con una economía basada en la agricultura de chinampas y la explotación de canteras en el Cerro del Marqués. No obstante, el crecimiento urbano y la modernización fueron reduciendo las chinampas hasta su desaparición.
Patrimonio Histórico y Cultural de Culhuacán
Uno de los sitios más emblemáticos de Culhuacán es el Templo y Convento de San Matías o San Juan Evangelista. Este complejo conventual novohispano fue construido entre 1562 y 1569 sobre un basamento piramidal prehispánico. En este lugar estudió el cronista Fernando de Alva Ixtlixóchitl.
El convento posee un gran estanque con fuentes que evocan a un antiguo ojo de agua, el cual era un espacio de veneración al dios Tláloc en tiempos prehispánicos. Además, cuenta con frescos de estilo barroco plateresco, elaborados por tlacuilos (pintores indígenas culhuacanos).
Otro sitio relevante es el Museo Centro Comunitario Culhuacán, inaugurado en 1984. Este espacio exhibe objetos prehispánicos y coloniales, además de ofrecer información sobre la historia de la región.
Cabe destacar la Capilla del Divino Salvador del Calvario, donde se venera al “Señor del Santo Entierro” o “Jesucristo Muerto”. Construida entre finales del siglo XIX y principios del XX, aunque pequeña, cuenta con una decoración lujosa.
Actividades y Lugares de Interés
Entre los sitios recomendados para visitar en Culhuacán se encuentran:
- La Plazuela de la Ancianidad, un espacio de convivencia y esparcimiento.
- El Molino de Papel, el primer molino de papel en América, construido por los agustinos en 1576.
Cómo Llegar a Culhuacán
Existen diversas opciones de acceso para visitar Culhuacán:
- Vías principales: Eje 8 Sur Ermita Iztapalapa, Avenida Tláhuac, Calzada de Tlalpan y el Anillo Periférico Blvd. Adolfo Ruiz Cortines.
- Transporte público: Línea 8 del Metro, líneas T, E y Q del trolebús, y el Tren Ligero.
Culhuacán, un barrio para no perderse
Culhuacán es un Barrio Mágico con una historia fascinante que abarca desde la época prehispánica hasta la modernidad. Su legado cultural, sus monumentos históricos y su importancia en la historia de México lo convierten en un destino imprescindible para quienes buscan conocer más sobre el pasado del Valle de México. Su patrimonio, a pesar de los cambios urbanos, sigue siendo testimonio de su grandeza y riqueza histórica.
Culhuacán es un destino con un gran potencial turístico debido a su rica historia, su legado arquitectónico y su conexión con las antiguas tradiciones del Valle de México. Su ubicación en la Ciudad de México lo convierte en un sitio accesible para los visitantes interesados en explorar su pasado prehispánico y colonial. Además de los atractivos mencionados, en sus proximidades se pueden visitar otros sitios de interés como el Cerro de la Estrella, donde se encuentra la zona arqueológica del mismo nombre y se celebra el tradicional Fuego Nuevo cada 52 años.
También está el Parque Ecológico Xochimilco, una opción ideal para quienes desean disfrutar de la naturaleza y los canales que forman parte del Patrimonio de la Humanidad. Asimismo, el Museo Nacional de las Intervenciones, ubicado en el ex convento de Churubusco, ofrece una visión fascinante de la historia militar y política de México. La cercanía de Culhuacán con Xochimilco permite que los turistas complementen su visita con un paseo en trajinera o una experiencia gastronómica en los mercados locales. Así, Culhuacán se perfila como un destino que conjuga cultura, historia y tradiciones, atrayendo a aquellos que buscan una experiencia auténtica en la Ciudad de México.
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